domingo, 16 de junio de 2013
Regresa A Casa!!
¡Regresa a Casa!
El otro día cayó en mis manos un tratado evangelistico que decía “Come Home Again” y hablaba acerca de la parábola del hijo prodigo que encontramos en el libro de Lucas 15:11-17.
Al meditar en el pasaje se me vino a la mente la imagen del padre en espera de su hijo, este padre le ama tanto que no hace otra cosa más que espérale, deseando que su hijo aparezca; porque el sabe que no habra otro lugar donde su hijo podrá ir mas que el hogar.
Es triste hoy en día ver familias desunidas, y mas triste es que hayan hijos que se enojen con sus padres a tal grado de alejarse completamente de ellos sin importarles nada, llegan a grandes y forman sus propias familias y siguen sus vidas sin recordarse de aquellos que les dieron las vidas.
Uno de los Diez Mandamientos nos manda a honrar a nuestros padres para que nuestra vida se alargue, no dice si tu quieres hónralos, ¡no! Es un mandamiento.
Al imaginarme al padre del hijo prodigo, llegué a pensar ¿cuantos padres no habrán hoy en día en esperan ansiosos del regreso de su hijo o hija?
Saben, que a pesar de lo que haya sucedido o pasado todo quedara atrás en el momento en que se dé ese encuentro; porque el amor puede más que cualquier problema o situación que se haya dado.
¿Te has alejado de tu hogar?
¿Piensas que no serás perdonado?
¡Regresa a casa!
¡Corre!
¿Que esperas?
No lo dudes tus padres te esperan con los brazos abiertos, no tardes pueda que mañana sea demasiado tarde.
…Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aun estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echo sobre su cuello, y le beso…
…Pero el padre dijo a sus siervos: sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
S. Lucas 15:20,22-24.
martes, 11 de junio de 2013
Viviendo en Unidad
No has notado que
a veces estas rodeada de gente todo el tiempo, pero sin embargo todavía
te sientes sola? Muchas veces en las familias, todo el mundo va en diferentes
direcciones, siempre ocupados, cada quien haciendo lo suyo. Parece que
últimamente realmente se tiene que hacer un gran esfuerzo para caminar y vivir
en unidad con la gente en nuestras vidas y hasta con nuestras propias
familias y no permitir que distracciones que nos separen. Caminar en un
espíritu de unidad va más allá de llevarse bien, se trata de hacer un esfuerzo
extra para apoyarse mutuamente y animarse el uno al otro. Si quieres sacar el
máximo provecho de la vida, hay que trazar una línea y decir: "Voy a
reducir la velocidad, voy a dedicar más tiempo a la gente que amo. No voy a
tomar mis relaciones a la ligera".
Comience hoy mismo
llamando a un amigo o familiar que no ha hablado en mucho tiempo. Llegue a
ellos y hazles saber que son importantes. Tómese un tiempo para disfrutar de
una cena en familia, convivir con tus hijos y apoyar las actividades de
los demás. Al caminar y vivir en unidad, bendices a los demás y abres una
puerta de bendición sobrenatural en tu propia vida!
Pídele al Señor que te ayude a
caminar y a vivir en un espíritu de unidad como lo ordena las Escrituras y
veras que las bendiciones de Dios serán derramadas sobre ti y los que te
rodean! Bendiciones.
Romanos 15:05 (NVI)
Que el Dios que infunde aliento y
perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de
Cristo Jesús