domingo, 30 de septiembre de 2012

Siembra para el Espíritu


 Últimamente he estado leyendo y escuchando como muchas mujeres se quejan de su vida y de su papel como madres y esposas, y en las tareas que tienen que desempeñar en sus hogares. Es triste ver como estas personas se amargan la vida al cumplir con sus responsabilidades diarias y van quejándose de sus hijos, esposos etc. Desde que se levantan hasta que el día termina.
Como hijas de Dios, se nos dice que todas las cosas tenemos que hacerlas con amor, y desechar todo enojo, ira y frustración que sintamos y que depositemos todas nuestra cargas al Señor.

1 Corintios 16:14 :
Todas vuestras cosas sean hechas con amor.

 Colosenses 3:8
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

Salmos 55:22

Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.


Esto me lleva a querer compartirles una enseñanza que leí  del Dr. Charles Stanley acerca de sembrar para la carne y el Espíritu, y él dice:

Cada mañana cuando te levantas comienzas a sembrar.
En tu mente siembras pensamientos positivos o negativos, buenos o malos en nuestras acciones, actitudes o hábitos  a lo largo del día, sembramos para la carne o para el Espíritu. Las cosas que siembras en el Espíritu generan vida y tienen el potencial de la recompensa eterna.

La naturaleza del Espíritu Santo es vida, y las cosas que uno siembra para el Espíritu producen entusiasmo por la vida. Tienen la capacidad de producir, multiplicar y prosperar en una cosecha abundante. Cuanto más siembres para el Espíritu, mayor será la cosecha de cosas que darán como resultado una capacidad para conseguir las metas que Dios te ha ayudado a establecer.

Sembrar para el Espíritu y ser positivo te ayudara a conseguir todo lo que Dios desea que logres.

Entonces ¿Estás preparada para tener un estilo de vida más  positivo y sembrar para el Espíritu cada mañana que te levantes!?

Filipenses 4:8 nos dice:

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

 

Así que cada mañana que te levantes, busca a Dios en oración y da gracias, pídele que tu día sea bendecido, y dedícate a sembrar en el Espíritu el resto del día;  así podrás bendecir a los que te rodeen, al final del día tendrás una cosecha abundante de alegría y de bendición en tu hogar.

 

Filipenses 4:4

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!

 

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