viernes, 30 de diciembre de 2011

GRITO DE ANGUSTIA!!



Hace un tiempo estuve conversando con una hermana y ella me compartía lo que le ha estado pasando en su vida últimamente. Es madre de varios hijos, casada con un buen esposo cristiano, ella me decía: se que debo estar feliz con lo que Dios me ha dado, tengo todo lo que una mujer cristiana pudiera desear pero no soy feliz, no sé qué me pasa, me siento todo el tiempo abrumada con todo lo que tengo que hacer en el hogar criar a mis hijos es una responsabilidad grande, llevar todo a la vez me perturba mucho.  Me siento tan infeliz… Cuando voy a la iglesia y me siento,  es como si no estuviera ahí. Siento que estoy cayendo en un hoyo del que no puedo salir, por más que luche y lo intente!!!

Es como si diera un grito de angustia que sale de lo más profundo de su alma. Posiblemente nadie lo escuche y ni siquiera su propia familia lo note, pero la necesidad de llenar ese vacío que siente en su corazón es grande y como ella misma decía que aunque se enfocara en las vacaciones o en sus hijos nada de lo que hiciera alegraba ya su vida! Ella decía: Ciento deseos muchas veces de salir corriendo y abandonar mi hogar, mi familia y no es que no los ame; es que me siento abrumada con todo lo que tengo que hacer que a la misma vez no me dan deseos de hacer absolutamente nada.

Me da tristeza escuchar esta alma angustiaba y afligida y que en todo este tiempo que ella ha estado así nadie le haya podido ayudarla en su necesidad y me preguntaba ¿Cuántas mujeres hoy en día no se sentirán así?



Meditando en esta situación muchas veces nosotras mismas nos dejamos arrastrar  y llevar hasta que nos encontramos metidas en el pozo de la desesperación. Porque lo primero que hemos descuidado es la oración, si empezáramos nuestro día  en oración y fuéramos constantes se nos haría más fácil enfrentar los problemas diarios y las tareas del hogar las llevaríamos a cabo con mas disposición! Pero lo que menos hacemos es orar porque ya te has hundido  tanto que ni fuerzas para orar te quedan!
Pero todavía estamos a tiempo, Dios todavía nos tiene con vida si has sentido que te estas hundiendo cada día mas en el pozo de la desesperación, lucha como el águila.
 El águila es la única ave que no huye de las tormentas si no que acoge la tormenta esperando  sobre la roca una corriente térmica adecuada y la utiliza para volar más alto, a una roca más alta.

Salmo 61:1 dice: llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio y torre fuerte delante del enemigo.

Se dice de las águilas que cuando algo las enferma vuelan a la roca más alta y se tienden en ella y deja que el sol absorba todo el veneno.
Seamos como las águilas volemos a la roca más alta que es Cristo y dejemos que el sane nuestras heridas, lloremos en su presencia y esperemos pacientemente a que el nos saque del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso y que ponga nuestro pies sobre la peña!! Hasta que estemos firmes en la roca, tendremos un cantico nuevo en nuestra boca!!!
Salmo 40:1-3.





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